El edificio del Banco de Bilbao en la calle Alcalá 16 es sin duda uno de los que más llama la atención cuando alguna de mis visitas turísticas por Madrid se enfila desde la Puerta del Sol hacia la Plaza de Cibeles. A quienes más sorprende es a los grupos de italianos, que le suelen sacar cierto parecido al monumento a Vittorio Emmanuele II en Piazza Venezia de Roma, puesto que lo más llamativo en ambas obras son las cuadrigas que coronan el conjunto.

En este caso, no es ningún símbolo político, como lo es ‘il Vittoriano’ de Roma con respecto al primer rey de la reunificación italiana. El edificio del Banco de Bilbao de Madrid es un ejemplo del empuje de la arquitectura bancaria en la zona de Sevilla-Cibeles a finales del siglo XIX y comienzos del XX. En este área de la capital no solo encontramos el edificio objeto de esta artículo, sino también la sede del Banco de España, el del Banco Español del Río de la Plata (el edificio de las Cariátides, hoy sede del Instituto Cervantes) o el Banco Español de Crédito. Y además, otras sedes de ‘primas hermanas’ de los bancos: las aseguradoras, como es el caso del edificio Metrópolis de la compañía homónima.

Todas estas instituciones consideraron que no había una zona mejor que esta para instalar su sede de Madrid, incluso para el Banco de Bilbao, cuya sede principal estaba en la capital vizcaína. Por ello, el diseño de la obra corrió a cargo de artistas vascos, como el arquitecto bilbaíno Ricardo de Bastida, autor de importantes edificios en Bilbao, como la Alhóndiga.
Detalles del exterior edificio del Banco de Bilbao en Madrid
Para conocer a fondo esta sede del Banco de Bilbao, lo ideal es solicitar la entrada y admirar también la escalera imperial, la gran vidriera y los murales. Aquí nos detendremos en los detalles exteriores que da tiempo a apreciar mientras una ruta turística por Madrid pasa por delante de su fachada.
Por supuesto, lo que más llama la atención son las cuádrigas de la azotea, obra por cierto del también bilbaíno Higinio Basterra. Símbolo de victoria militar ya desde tiempos romanos, en este caso puede sugerir sentido de grandeza para este banco, cuya sede en Madrid significaba la expansión de la entidad.

Una curiosidad de las cuádrigas es precisamente su color. Sus materiales son el bronce, el plomo y el hierro, pero originalmente estaban recubiertas de latón dorado, por lo que resplandecían en el cielo madrileño. El problema es que durante la Guerra Civil el edificio acogió a diversos partidos y sindicatos de izquierdas y, por tanto, podría ser un objetivo prioritario de las bombas de la aviación franquista. Así que sus huéspedes decidieron pintarlas de negro para que el lugar pasara algo más desapercibido. Y de negro se quedaron.
Entre los más cinéfilos, el edificio del Banco de Bilbao es famoso porque en su azotea se desarrolla una escena central de la película La comunidad, de Alex de la Iglesia. En ella, Carmen Maura se cuelga de la pata de uno de los caballos para no caer al vacío. Las esculturas, por cierto, tuvieron que ser reproducidas para el rodaje.
Una curiosidad de las cuádrigas es precisamente su color. Sus materiales son el bronce, el plomo y el hierro, pero originalmente estaban recubiertas de latón dorado, por lo que resplandecían en el cielo madrileño. El problema es que durante la Guerra Civil el edificio acogió a diversos partidos y sindicatos de izquierdas y, por tanto, podría ser un objetivo prioritario de las bombas de la aviación franquista. Así que sus huéspedes decidieron pintarlas de negro para que el lugar pasara algo más desapercibido. Y de negro se quedaron.
El edificio, que ahora alberga también dependencias de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid, fue remodelado varias veces y ampliado en una ocasión. La parte más nueva es la que avanza hacia la calle Sevilla y se distingue entre otras cosas porque en ella no se dispusieron las enormes columnas que dominan varios pisos de la fachada.
Por último, recordar que el edificio del Banco de Bilbao ya no es la principal sede del hoy BBVA en Madrid, sino que posteriormente se trasladó a la Torre BBVA de AZCA y finalmente a la ‘vela’ o la ‘gota’ de Las Tablas, que en la fecha de publicación de este artículo aún está en fase de construcción.
¿Qué te parece este edificio? ¿Te habías parado alguna vez a admirar las esculturas de las cuádrigas? ¿Te quieres animar a verlo en persona en una de mis visitas turísticas por Madrid?
Fuente: Madridiario
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