En el centro histórico de Madrid hay unos cuantos solares vacíos, abandonados sin pena ni gloria. Estarán esperando a que se construya algo en ellos, pero la situación en el sector de la construcción es la que es. Mientras tanto, hay que tirar de imaginación para adecentarlos.
Una de ellas es la de habilitar casetas de tapas, como puede verse en la primera imagen. Caña + tapa, 2 euros. No es ningún chollo pero tiene tirón para los turistas. Y genera actividad económica, que falta hace. En otros barrios más peculiares, me parecen buenas las propuestas ecológicas. Como el huerto urbano que se abrió en la calle Doctor Fourquet de Lavapiés.
Pero una buena idea sería también adecentarlos. Por ejemplo, con pinturas murales sobre las paredes abandonadas, ya sean creaciones de autor, como el de Agatha Ruiz de la Prada en la calle Capitán Blanco Argibay (de gusto discutible, pero un intento de apañar la pared al fin y al cabo) o ya sean simulaciones arquitectónicas y de estilo costumbrista, como el de la calle Montera (la segunda foto).
En el solar de la primera foto, situado en la calle Cruz con Espoz y Mina, una propuesta de pintura podría ser recrear el importante corral de comedias que hubo justo en ese lugar hace varios siglos. Sería una forma de enseñar historia a los turistas, no sólo cañas y tapas.
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