De molino a molino, en La Hiruela

La Hiruela es uno de los secretos desconocidos de la Comunidad de Madrid. Su pequeño caserío guarda mucho encanto, pero su gran atractivo es su medio ambiente: este pueblo es uno de los cinco que conforman la Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón y eso es una garantía de respeto por los recursos naturales, por la tradición y por el desarrollo sostenible.

En La Hiruela hay cuatro o cinco rutas de senderismo por Madrid muy recomendables para todos los públicos: sencillas, tranquilas y bonitas. Una de ellas es esta, De molino a molino, en la que se visitan las ruinas de uno y el nuevo uso recreativo de otro, junto a otros lugares de mucho interés, como un robledal o el río Jarama en su primer tramo.

El momento ideal para hacer esta ruta es otoño, y más concretamente a mediados de octubre. Y el que quiera paz absoluta, cualquier rato entresemana es perfecto. Los fines de semana hay más trasiego, pero a mí tampoco me molesta: ¡Un lugar tan bonito se debe conocer y compartir! Yo hice esta ruta a mediados de noviembre y muchas de las hojas que semanas antes coloreaban el panorama alfombraban ya el suelo de la senda. ¡Pero caminar sobre ellas también es una gozada!

Aquí van los detalles de una de las rutas de senderismo por Madrid que más te sorprenderá:

FICHA TÉCNICA

Mapa proporcionado por el Centro de Recursos de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón



Lugar de salida y llegada: Plaza de San Miguel, La Hiruela. La ruta es circular. La senda comienza en la calle que sale a mano izquierda, si miramos a la fachada de la iglesia.
Longitud: 4,5 kilómetros.
Duración: 2 horas.
Dificultad: baja. Únicamente pueden aparecer algunos tramos menos sencillos al pie del Jarama.
Comentarios: está muy bien señalizada. Sigue los hitos con la inscripción «De molino a Molino» o bien las marcas blancas y amarillas de Sendero de Pequeño Recorrido. El folleto explicativo se puede conseguir en el Centro de Recursos e Información de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón (Calle Real 64, Montejo de la Sierra). El final, hecho a la inversa, puede ser una buena ruta para niños muy pequeños (desde el pueblo hasta la zona recreativa del molino).

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA


La ruta se inicia por un agradable camino que desciende entre árboles frutales, como perales, manzanos o cerezos. Cuando se abre algún claro, se divisa uno de los atractivos de la ruta al otro lado del Arroyo de la Umbría: el robledal.

Robledal en la senda (click para ampliar)

El mencionado robledal lo componen jóvenes rebollos y se asienta sobre una pequeña ladera que desciende hacia el Jarama. Este río, que nace en el Pico Tres Provincias, salva aquí sus primeros kilómetros y se muestra tranquilo, limpio y agradable.

El Jarama (click para ampliar)

Al poco tiempo de caminar junto al Jarama, encontramos uno de los dos molinos de la ruta: el de Juan Bravo. En realidad son unas ruinas muy deterioradas que apenas sirven para imaginarnos cómo era esta infraestructura tradicional. Un cartel explicativo nos cuenta que era de uso privado pero solo se molían cereales y bellotas «en basto» para la alimentación del ganado. Dejó de funcionar en 1860 y daba servicio a muchas localidades de la zona.

Ruinas de molino (click para ampliar)

En su entorno se abren bonitos claros en forma de pradera. El camino también se vuelve algo más difícil en algunos tramos, pues se ve empujado a pasar por una ladera pedregosa. Cuando el cauce es especialmente alto, a veces se pierde la senda. Por tanto, conviene ser más cautos aquí, sobre todo con niños.

Pradera y vegetación de ribera (click para ampliar)

El segundo molino de la ruta es el de La Hiruela, que fue restaurado en el año 2000 para hacerlo visitable. En su exterior hay una agradable zona de recreo, ideal para tomarse el bocata o para dejar que los niños tengan cierto esparcimiento.

Zona recreativa (click para ampliar)

Desde aquí, el final de la ruta es sencillo: se asciende por una vereda a la sombra de más árboles frutales, demostrando por qué La Hiruela tiene cierta fama en el cultivo de este tipo de árboles. De hecho, este tramo podría ser en sí mismo una de las rutas de senderismo por Madrid para familias con niños muy pequeños: del pueblo hasta aquí, ida y vuelta, son apenas 30-40 minutos. Los tramos más complicados cuentan con pasarelas de madera, que hacen el camino mucho más fácil.

¿Qué te parece la ruta? ¿La has hecho ya? ¡Deja tu comentario y comparte tu opinión o tu experiencia con los demás!

Ricardo Domínguez es periodista, guía turístico de Madrid y entusiasta de la naturaleza.

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