Es triste buscar vestigios de edificios históricos en Madrid y no encontrar ni rastro de ellos. Ni físicamente, ni de forma evocadora.
Eso es lo que me ocurrió con el Metropolitano haciendo un reciente trabajo sobre los estadios de fútbol de Madrid. Para los que no hayan oído hablar de él, se trató del mayor recinto deportivo de España en su tiempo, tras ser inaugurado en 1923. Y allí jugó el Atlético de Madrid durante varias décadas, por lo que muchos colchoneros (y no colchoneros) lo recuerdan con nostalgia.
Estaba situado entre las actuales calles de Santiago Rusiñol, Juan XXIII y Beatriz de Bobadilla. Sin embargo, hoy nada ni nadie recuerda allí al mítico estadio madrileño. Ni una mísera placa. ¿Tan costoso es?
Caprichos o no del callejero, lo único que evoca al fútbol y al Atlético de Madrid es la disposición en el plano de dichas calles, que parecen simular el escudo del club rojiblanco, como sugieren algunos aficionados.
Contiguo a este lugar hay un parque, el parque Almansa, donde se esparcen estudiantes de Ciudad Universitaria. El mobiliario urbano del lugar, como se ve en las fotos, no es nada del otro mundo, así que mi propuesta es la siguiente:
Aprovechando su cercanía, instalar en el parque Almansa algún elemento que recuerde que allí, hace casi un siglo, se disputaban algunos de los partidos más importantes de España, además de algunos encuentros internacionales. Muchas pueden ser las opciones: una maqueta metálica del estadio al estilo de la que hay en la Gran Vía sobre esta calle, alguna escultura, paneles informativos…
No creo que se fuera a convertir en un foco turístico porque el lugar se encuentra muy lejos del centro histórico, pero sí serviría para que los estudiantes y la gente que por allí pasa lo recuerden y lo valoren.
_______________________